Popeye

   El pack de 24 paquetes de 'pañuelos de papel' que tengo en un cajón se está gastando a una velocidad que asusta. Y es que el cubicaje de mi nariz me permitiría correr en la categoría de MotoGP.

   El acto de sonarse los mocos difiere al de un simple bostezo, o un estornudo en que el primero va acompañado de la expulsión de cierta materia orgánica, y los otros dos no tiene porque (aunque todo el mundo sabe que no es bueno estar en el campo de tiro de alguien que se encuentra en un momento pre-estornudil)

   Uno se suena la nariz con cierto reparo. A mi no me gusta hacerlo en público, y me refugio detrás de mi monitor. Procuro hacerlo sin que me vean, como tantas cosas íntimas. No me gusta hacerlo cuando estoy con gente, ni que se me acerque nadie mientras lo hago... Además, nunca sé cuando he terminado, no encuentro el momento de parar... Busco en mi nariz cualquier elemento extraño para retirarlo con el papel, y a la vez, voy doblando el pañuelo, para evitar el contacto de la celulosa usada con la piel ya limpia. Total, que si la operación se prolonga un poco más de la cuenta, me encuentro intentándome limpiar con un amasijo compacto de celulosa y moco, y por qué no decirlo, incómodamente húmedo al tacto...

   La sensación que me acompaña a lo largo de los minutos siguientes me incomoda en grado sumo. No hago más que preguntarme... se me verá algún 'bígaro'? Compañeros... si algún día hablando conmigo, veis que asoma 'popeye' por mi nariz... comentármelo sin problemas. Prefiero limpiarlo con presteza en ese momento, que llevar de paseo al 'moco peleón', para la mofa del resto de los peatones que me cruce en mi camino hasta la siguiente 'suena'.
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jOSE!