viernes, 2 de marzo de 2007

Yo era ladrón de coches

   Confieso que soy un ex ladrón de coches arrepentido. Al menos he robado 10 o 12 coches. El procedimiento siempre fue el mismo, y siempre funcionó. Me metía en 'Simago' con una bolsa de pipas y me dirigía a la sección de juguetes. Abría una caja, quitaba el tornillo que sujetaba el coche a la misma, y lo introducía dentro de la bolsa de pipas.

   Una vez hecho eso, salía del establecimiento comiendo pipas tan tranquilo. El de seguridad siempre me llamaba la atención, diciendo que ahí no podía comer pipas, que guardara la bolsa... Todo era perfecto...

   Esto lo hice unas cuantas veces. Llegaba a mi barrio, rozaba los cochecitos contra la tierra, y los integraba con el resto de mi colección. Al juntar los primeros 6 o 7 coches, los subí a mi casa en una bolsa de plástico de la tienda de Nicasio. El cuento de que había dado una patada a la bolsa, y habían aparecido todos esos coches cumplió su función, y mi madre se quedó tan contenta.

   La segunda vez que le conté la misma historia para justificar la nueva remesa de coches, mi madre me puso el flexo delante de los ojos, y me hizo confesar mi fechoría. Llevado de la oreja de mi madre al centro comercial, me hizo pedir perdón, y la pobre mujer pagó los coches que yo había sustraído, y también los coches de los que se habían apropiado mis amigos.

   La broma me salió cara. Los coches fueron confiscados por mi madre, y repartidos posteriormente entre mis primos, que disfrutaron de las mejores reproducciones de automóviles de finales de los 70, principios de los 80.

   Me cayó una pena de un mes de reclusión en mi casa. Recuerdo que era septiembre, el mes de las fiestas, y con lágrimas en los ojos veía disfrutar a mis compañeros de hurtos de todas las pruebas de las fiestas del barrio.

   Aún estar arrepentido desde el momento en el que me toco pedir perdón al gerente de Simago, me toco cumplir íntegra la pena. Intenté la reducción primero con pataletas, y después con buen comportamiento, pero los 30 días de reclusión no me los quitó nadie. Yo aprendí la lección y no he vuelto a robar. Entonces yo tendría 10 años.

   Agradezco a mi madre la educación que nos ha dado a mis hermanos y a mi, y la queremos más que a nada en el mundo, a pesar de su mano dura. Junto con mi padre, han sacado adelante a una familia que se le torcería a cualquiera.

   Pero mis padres son los culpables de que ahora, los valores que nos trasmitieron de pequeños, nos hagan sentir mal con noticias como la de ayer...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Deberias haber ingresado en prision por lo menos ladrón!!! Veo bien el castigo de tu madre, pero ademas del arresto domiciliario yo te habría obligado a pagarme los coches (quitandote la paga por ejemplo), yo pienso que muchas veces opinamos que si nuestros padres son los peores, que si tal,... pero ellos han vivido mas que nosotros y en todas las cosas que pueden te ayudan y te aconsejan lo mejor posible, esto se lo agradeceré siempre yo tambien a mis padres.

Anónimo dijo...

bravo por tu madre!!!

ultimamente estoy descubriendo que la gente que me gusta me gusta gracias a que sus madres fueron buenas madres

mi homenaje a ellas.