miércoles, 21 de mayo de 2008

M (7 de mayo de 2008)

   Aunque M30 era un gato común europeo no era común, era mi gato.

   Lo recogí hace dos años y nueve meses aproximadamente cuando circulaba de camino a casa por la M30. A partir de entonces, cada vez que escucho el nombre de esa carretera (ahora calle) no puedo evitar pensar en el.

   Siempre que ha venido gente al piso, les he presentado al gato... siempre digo: "Se llama M30, M para los amigos, señor 30 en las ocasiones formales" Antes de ayer mismo lo dije por última vez cuando se lo presente a un amigo que vino a verme.

   Y es que M, que así le llamábamos 'en familia', ha vivido solo en 'el piso' desde su primer día con nosotros. Ha estado vigilando la obra casi desde el principio... Me saludaba siempre que yo llegaba al piso a hacer cualquier cosa, y se despedía de mi cuando me iba a mi casa por la noche. Me ha visto hacer de fontanero, albañil, carpintero, electricista y últimamente de pintor, y siempre me ha estado haciendo compañía en esas ocasiones.

   Cuando era más joven, solo venia a saludarnos al principio y a pedirnos comida cuando tenía hambre y poco más... pero ahora, con sus casi tres años, ya buscaba mi nuestra compañía, y se sentaba a nuestro lado. Además, nos me perseguía por la casa cada vez nos movíamos.

   Le he hablado un montón de veces, y el no entendía lo que yo decía, como es lógico, pero al menos escuchaba, y a veces contestaba con algún sonido.

   No voy a contaros lo que siento por el, por que los que tienen mascota lo saben sin que se lo cuente, y los que no la tienen no lo van a entender.

   Ayer, habíamos quedado para hacer unas cosas fuera de casa, pero me llamo Ana justo cuando cerraba el ordenador con un cambio de planes. Yo pensaba que tendríamos visita o movida en el portal, por que dijo que aparcara y subiera al piso cuando llegara. Cuando entre al piso, el gato no vino a verme, y en cambio me encontré a Ana llorando. M estaba en una caja de cartón.

   Habíamos lijado la madera del suelo, y el piso está lleno de polvo. Como no lo habíamos barrido aún, se pueden ver perfectamente las huellas del gato por donde estuvo dando sus últimos paseos. Voy a pasarlas putas esta tarde barriéndolas...

   M entro en mi vida metiéndose debajo de mi coche un día, cuando volvía de trabajar, hace poco menos de tres años. Y aunque su cuerpo salió de ella ayer, por la ventana de la que va a ser mi habitación, el se va a quedar conmigo para siempre.

   Gato malo, que te has ido sin despedirte!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder tio...., me has hecho emocionarme,...., con la imagen de M en mi mente. Me acuerdo cuando me dijiste como lo encontraste y cuando buscabamos algun nombre para ponerle..., yo te diria alguno de los mios que se me ocurren de vez en cuando..., igual esta ahi en el BLOG.., en lagun POST que pusieras, no recuerdo....

VIVA M...!!!