miércoles, 14 de enero de 2004

El Monstruo de Tazmania


   Seguro que en su casa no la aguantan. Su llegada se ha hecho notar. Donde no entraba ya ni el aire, se ha plantado ella, no sin antes provocar un rápido movimiento de cuello en gran número de sufridos pasajeros para clavar sus ojos en el Mounstruo de Tazmania.
   Pensaba ponerle algún tipo de adjetivo femenino, para dar cuenta del sexo de la sujeta (más bien 'suelta'), pero como no tiene que tener mucho (sexo, de ahi su caracter), y además parecia más bien un camionero (por lo rudo de las formas, aunque conozco a camioneros mucho más sensibles que ella), me lo voy a ahorrar.
   He dejado pasar un tren para poder ir sentado en el metro y lo he logrado. Pensaba ponerme a leer un libro, pero el sueño no me lo ha permitido.
   Estaba yo pensando en mis cosas, continuando el sueño que he tenido esta noche más bien, cuando de repente ese meteorito que ha estado surcando los cielos de españa estos dias pasados ha hecho acto de presencia en el el bagón. En menos de tres segundos ha realizado el trayecto que un joven deportista, y al cien por cien de sus facultades, habria realizado en no menos de diez: abrirse paso en un mar de personas, desde la puerta hasta el centro del bagón. La masa de personas que han quedado 'atrapadas' a su alrededor, ha realizado un movimiento ondular, que ha ocasionado más de un pisoton y una cascada de disculpas varias entre los damnificantes y los damnificados.
   La desvergonzada usuaria de metro, ha ido un poco más alla, y se ha dedicado a increpar a un pobre chaval, acusando de empujarla (yo no salia de mi asombro!!!) El chaval llevaba de pie, delante de mi, lo menos tres paradas. Inocentemente leia una revista de coches y motos. Era de complensión lo suficientemente robusta para haber agarrado a la 'histerica' por los pies, desde la boca, y haberla dado la vuelta!!. Educadamente le ha contestado que es ella la que ha entrado empujando. Menos mal que ha sido secundado por todos los viajeros afectados, mientras intentaban retomar el equilibrio. En cualquier caso, la señorita indeseable no se ha achantado, y ha arremetido verbalmente contra los demás pasajeros, la madre de alguien, el propio metro, el ministerio de fomento, la casa real y la misma santa iglesia (con todos los obispos y curas dentro).
   No contenta con esto, y una vez asentada en su sitio, se ha dedicado a (hacer) sufrir espasmos, resopos, bufidos y demás movimientos varios. La gente la miraba con miedo. Al final se ha apropiado de una pequeña parcela de aproximadamente un metro cuadrado (real) donde no habia sitio!!
   Al llegar a mi estación, me he levantado de mi sitio, intentando asimilar la situación vivida me he dirigido a la puerta de salida y sin mirar atras he pedido al cielo por esas personas que pacientemente han soportado a la tia que ha hecho que sus dias comiencen como el culo.
   No queria utilizar palabras mal sonantes en este blog pero.... será zorra!!
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jOSE!

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