viernes, 22 de febrero de 2008

Pido disculpas

   Con esa manía persecutoria que tenemos algunos 'moteros', de que todos los conductores vienen a por nosotros... (y aquí he de aclarar que mi manía persecutoria viene más por las lecturas de un foro de motos, que por experiencias propias, la verdad) hoy he tenido una situación en un semáforo que, si en vez de haber tenido de protagonistas, junto conmigo, a un adorable 'señor mayor', hubiera tenido a cualquier otra persona, me habría pasado por encima con su coche (habría podido, ya que era un volkswagen touareg)... y os cuento.

   Llego a una larga fila de coches en una calle causada por un semáforo en rojo (como todos los días cuando vengo al curro). La calle es estrecha, por lo que si adelanto a los coches parados para colocarme en la primera posición, he de hacerlo de manera decidida y del tirón. El caso es que, como también todas las mañanas, realizo la operación, más pendiente de los posibles coches que pueden venir de frente, que de el semáforo en sí.

   Cuando termino la operación, veo que un coche, que venía por la calle de la derecha, está girando para meterse por donde venía yo, y mi reacción ha sido la de colocarme delante del coche que estaba el primero esperando a que el semáforo le diera paso. Para eso, he de decir que he invadido un poco el paso de cebra, pero en ningún momento (y este era mi pensamiento en ese momento) tenia intención de saltarme el semáforo. Ha sido detener la moto, y veo que el coche de atrás frena (pienso: a este tío le ha jodido que me ponga delante, y quiere pasarme por encima!) y además, va el tío, y me pita (pienso: joer, si que le ha jodido que le adelante!!).

   Total, que me enciendo...

   Me giro, le miro a los ojos, y me encuentro a un adulto en un touareg, pelo blanco, bien aseado, trajeado y que tranquilamente me está haciendo un gesto de encogimiento de hombros como diciéndome... que te pasa chaval?... y claro, yo me he puesto a gritarle que para que me pita y tal... (pienso: con el casco puesto, no me va a oír)... total, que 'reculo' con la moto, me pongo al lado de la ventanilla, y le hago gestos para que baje el cristal... El tío lo baja, y le espeto, con toda la ira del mundo:
Qué!, ¿eh?


   El tío va y me dice, con una tranquilidad que aún me asusta:
Que el semáforo estaba en verde, y no me dejabas pasar...

   Miro rápidamente al semáforo, y en ese momento, se está poniendo en rojo otra vez!!

   Justo, en ese instante, me he puesto rojo yo también, pero como ya lo estaba por el cabreo, creo que el hombre no lo ha notado...

   Total, que el dueño del touareg (un santo), ha subido su cristal, con la misma tranquilidad que lo había bajado.

   He estado lo que ha durado el semáforo en rojo, al lado del dueño del Tuareg, pensando: Soy gilipollas, soy gilipollas...

   He venido pensando en ello desde entonces, y ahora, al llegar al trabajo, me arrepiento de no haberle pedido disculpas al hombre. Realmente me he portado como un gilipollas.

   Y es que pienso que, hay veces que no vienen a por nosotros, que son imaginaciones nuestras.

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