¿Farsantes?

"Somos una pandilla de farsantes que trabajamos para distraer a snobs y estamos vendidos a la puta pela"

   Citando a Santi Santamaría, comenzaremos este gastronómico post...

   La 'cenita' que nos tenían preparada los jefes, no defraudó... y digo que no defraudó, ya que es el segundo año que repetimos sitio, y sabíamos a que atenernos. Por ese motivo, decidí llevar mi cámara, para ver realmente si el tamaño de los platos que nos tenían pensado servir, eran tan pequeños como yo recordaba, o si por el contrario, mi cabeza se había encargado de empequeñecerlos.

   El tamaño cumplió las expectativas... El tamaño, en la nueva cocina, no importa... Acompaño cada fotografía con una moneda, para que os podáis hacer una idea del magno tamaño de los componentes del banquete.


      Comencemos por el primer plato. Plato, por decir algo, por que fue en un pequeño y estilizado vasito el soporte empleado para la presentación del mismo. Los ingredientes no os los puedo contar... pero parecía queso de untar, con una gota de aceite de oliva y una pequeña ramita de no me preguntéis que... En el fondo, había una capa de una sustancia gelatinosa (de agradable, a la par que dulce sabor) que en principio parecía el fondo del vaso... Fue una grata sorpresa, ya que le ganamos ahí unos pocos mililitros al minimalista primer plato. Siento no poderos decir el nombre, que seguro sería algo exótico...

   Huevos con pan y panceta, sobre crema ligera de patata es el nombre del segundo, esta vez si, plato. Se trata de un plato premiado con el "pil-pil de gastronomía 2001", pero que, nos tendrán que entender, no va a llevarse el "Locuciones de gastronomía 2007". Se localiza rápidamente el pan. La radiografía de la panceta reposa graciosamente sobre dicho pan, y en mi caso, el huevo se desborda del conjunto, haciendo de la superficie del plato su lugar de reposo. Con dos bocados di buena cuenta del premiado manjar, pero necesite varios pedazos de pan extra para lo mejor del mismo... el huevo!

   Langostinos en costra de arroz crocante y concasse de tomate. Rápidamente encuentra uno a los langostinos, que parecen haberse caído dentro del paquete de arroz sos. El sabor recuerda a ese arroz inflado que venden en los quioscos y tiendas de 'chuches'... como se llamaba... los monchitos!! Pues eso... plato fácil de preparar, con el que seguro que sorprendemos a las visitas inesperadas!

   Rápidamente te quitan el plato, y te traen otro. De lejos parece que no trae nada, pero la vista engaña. Cuando dejan el plato ante ti, aparece el Bacalao Confitado a 40º con huerta de temporada y Chips de sus pieles. No me preguntéis por la huerta, ni por el Chips... pero si por sus pieles. Yo no soy muy amigo del pez como alimento, la verdad. Suelo evitarlo si es posible. Pero este tenia un sabor magnífico (como, por que no decirlo, el resto de los platos). Las láminas de pescado salían solas, y cuando se deshacían el la boca dejaban un agradable sabor a... ¿Bacalao? Me comí todo lo que había sobre la loza, y creo que le estoy cogiendo el gusto a los hierbajos.

   Con la Carrillada de ternera glaseada al jugo de módena, puré de manzana y vainilla se terminaron los 'salados'. Creo recordar que este plato ya causo sensación en la edición del 2006. Esperado durante los platos predecesores, no defraudó y, como el del año pasado, no hicieron falta dientes para deshacer la carne. Buenísima, un diez... Como muestra está, y perdonarme la expresión: "de puta madre", pero te quedas con ganas de que te lo traigan de verdad. Es como si descorchan delante de ti una botella de un buen vino, te dan a oler el corcho, y seguidamente se llevan la botella.

   Los postres comenzaron con la Tartaleta de manzana con brioche de almendras y helado de queso fresco. Que decir del brioche... no tengo palabras... como tampoco tengo ni idea de lo que es. Intente recordar donde había dejado la espátula en la obra de casa, por que me habría venido bien para arrancar el chocolate que se les había derramado (entiendo que sin querer, no serían tan cabrones) en el plato, junto con las gotas de mermelada de abrir algún tarro. Menos la moneda, y la 'liana' que sujetaba la bolita naranja (¿sería eso el brioche?) me comí todo. No lamí el plato por respeto a los compis.

   Después de un rato buscando los churros de este Chupito de chocolate con churros caí en la cuenta que a esa especie de rejilla la llamaban churros. Muy bueno, muy breve.

   Por último, el típico café y una 'teja de almendras' para acompañar.

   Para el año que viene, cuando mi madre se este rompiendo la cabeza a ver que pone de cena de navidad, le pienso decir que descongele los langostinos, los reboce por los crispis, y nos los ponga en un plato de postre.... seguro que así triunfa, y no como este año, que nos salía el cordero al horno por las orejas!
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jOSE!